La regla general según la que el proceso se rige por la ley del foro se concreta en materia de prueba para indicarnos que la prueba de los hechos se rige por la ley procesal del foro. Esto es así aunque a estos hechos les resulte aplicable una ley extranjera para regir el fondo de la controversia, por así disponerlo la norma de conflicto del foro. Es natural que si hay que acudir al proceso en el foro, la convicción del juez del foro se forme en virtud de las reglas del foro, aunque sea para aplicar una ley extranjera. No obstante, no todos los aspectos probatorios tienen que ver con la formación de la convicción del juez: algunos están vinculados al propio derecho que se hace valer (por ejemplo, objeto de la prueba) o a la seguridad del tráfico (medios admisibles). Por consiguiente, teniendo en cuenta que el derecho que se hace valer en el proceso es una realidad preprocesal que puede guardar contactos con leyes extranjeras, también en materia probatoria hay espacio para indagar cuestiones de ley aplicable.
Esto es lo que se hace en este libro, con una amplia referencia a la jurisprudencia española y una articulación final de lo tratado en forma de normas que habrían de regir los aspectos de ley aplicable a la prueba. Se examina, entre otros aspectos, la relación entre forma de los actos y admisibilidad de medios de prueba, y la prueba del derecho extranjero en la medida en que las reglas extranjeras de prueba pueden merecer un trato particular dentro del capítulo de alegación y prueba del derecho extranjero.
Se trata, en síntesis, de un libro que aborda una materia de la que se ha ocupado con cierta frecuencia la doctrina, en especial la extranjera, pero en la que queda todavía mucho campo de desarrollo para los prácticos del proceso civil.