De las normas que se publican en los repertorios y diarios oficiales sólo un porcentaje mínimo tiene rango de ley. De este modo, la relación de los ciudadanos con las Administraciones se guía y se resuelve siempre por incontables disposiciones de carácter reglamentario. Reales decretos, ordenanzas municipales, decretos autonómicos y una maraña normativa donde el dogma de la Ley exige la constante intervención de los tribunales contencioso-administrativos en defensa de los derechos de los ciudadanos.
El autor analiza las dos modalidades con que cabe combatir el fenómeno del reglamento disconforme a derecho: el recurso contencioso contra la propia disposición y el recurso contencioso contra un acto administrativo que se apoya en una norma reglamentaria contraria al ordenamiento.
De los méritos con que cuenta esta obra no es el menor su utilidad, pues entender el recurso contencioso-administrativo es conocer la aplicación real de este tipo de normas dentro del proceso. Contiene formularios prácticos.