La regulación de la novedosa Ley estatal 8/2007, de Suelo, de ámbito civil y proyección urbanística aporta nuevas perspectivas a una institución tradicional con perfiles algo desdibujados desde la irrupción del derecho urbanístico. La superficie común manifiesta ser un instrumento idóneo para algunos sectores económicos emergentes con importantes perspectivas de futuro, como es el de las energías renovables. La presente obra ofrece una mirada atenta a las cuestiones más controvertidas, todavía no bien resueltas, en materia de superficie común y ofrece un desarrollo dogmático de la institución superficiaria con especial énfasis en el ámbito de las plantaciones, otro gran sector económico en expansión gracias al mercado de los biocombustibles y de los créditos de carbono.