La historia oficial suele recordar a reyes, generales y grandes nombres, pero deja en el olvido a quienes dieron forma real a la vida de una ciudad. Joseba Asiron rescata aquí a cincuenta personajes de Pamplona que la memoria colectiva no debería borrar. Desde figuras conocidas en su tiempo y hoy casi anónimas, como Tiburcio Redín, capitán de galeones, hasta vecinos entrañables como Pintamonas, Jamalandruki el mago, Wenceslao Lecumberri Uve o la funambulista Remigia Echarren, todos ellos vuelven a cobrar vida en estas páginas. También encontramos vidas marcadas por la tragedia, como la de Germán Rodríguez, y otras llenas de humor, como la de Perico de Alejandría. Un viaje que abarca desde Pompeyo hasta finales del siglo XX, y que nos recuerda que Pamplona es mucho más que sus murallas y calles: es también las vidas, alegrías, penas y sueños de sus gentes. Una invitación a mirar de nuevo la ciudad con los ojos de quienes la habitaron.