Información adicional
En el cine, al igual que ocurre en otros ámbitos, tienden a clasificarse las películas en géneros. Así, se habla de cine negro o policiaco, musical, bélico, comedia, e incluso, de cine de autor. El mundo de Derecho, en sus más variadas manifestaciones, también ha sido objeto de atención por los realizadores cinematográficos. Dado que un litigio judicial no deja de ser una disputa, una lucha entre dos partes enfrentadas (la víctima y el presunto culpable, el fiscal y el abogado defensor), no cabe duda que el tema «da muy bien» en pantalla, en cuanto el conflicto planteado ante el tribunal de justicia es susceptible de reproducir las conductas más habituales del comportamiento humano, desde el amor al odio, la venganza, la ambición o la crueldad.
El libro, con un enfoque distendido y nada doctrinal, aborda el examen de un total de 21 películas. La selección, conscientemente, no se ha hecho por los autores con criterio «científico». Antes al contrario, han buscado, por una parte, dar cuenta de aquellos títulos del «cine jurídico» más conocidos por el público (desde obras clásicas como Doce hombres sin piedad o Matar un ruiseñor, hasta otras más actuales como Pena de muerte o La tapadera); y, por otro lado, exponer alguno de los temas que pueden tener mayor interés desde el punto de vista del Derecho, desde la presunción de inocencia, el ejercicio ético de la abogacía, el veredicto emitido por un jurado o la práctica de torturas en los interrogatorios.
La dedicación profesional de los autores (crítico de cine en publicaciones profesionales y ex magistrado del Tribunal Supremo) es garantía de buen hacer en ese repaso de cada una de las películas desde la óptica cinematográfica y jurídica. La parte dedicada a la crítica sirve para hacer una semblanza de la actividad creadora del director del filme, así como para relatar el contenido de la cinta analizada, ocasión oportuna para que el lector recuerde con precisión la película vista tiempo atrás, y todo ello acompañado por la pertinente ficha técnica. El apartado jurídico es la oportunidad perfecta para describir cuantas cuestiones relacionadas con el Derecho han quedado reflejadas en las imágenes, de modo que su lectura reposada atrae la atención sobre aquellos aspectos que el director dejó apuntados en la película y que en el libro son revisados con profundidad, pero, a la vez, de un modo ameno, pues no es otro el propósito de la obra: la visión sugerente de películas que en su momento nos causaron interés y emoción.
|