De acuerdo al sentido literal de la palabra introducción, este libro pretende, justamente, eso: preparar a un determinado conocimiento. El conocimiento pretendido es, en este caso, la investigación criminológica, la cual necesita de un instrumental conocido con el nombre de métodos y técnicas.
En la literatura criminológica española hay algunos precedentes de trabajos sobre metodología general de la investigación. Un libro bastante voluminoso de Teresa Miralles, editado en México, en 1982, es la referencia al respecto. En los Manuales de Criminología también se suelen tratar, en algún capítulo, las cuestiones metodológicas de la investigación. El más aleccionador de todos ellos es el de Garrido/Stangeland/Redondo, Principios de Criminología, editado en 1999.
La investigación es siempre un reto. Y más en un país dominado por una excesiva carga teórica. Pero un «practicismo» sin un bagaje teórico y humano conduce a productos excesivamente fríos. De ahí el compromiso por acompasar el conocimiento humanista con los instrumentos prácticos de la investigación.
Los datos numéricos a los que hago alusión en este trabajo los he cerrado en 2002. Aunque de algunas fuentes es posible ya obtener datos de 2003, para unificar todos los registros, policiales y judiciales, he tomado el primero de los años citados como última referencia.
En la composición técnica de este libro me ha sido de gran utilidad la ayuda de Herminio Padilla, compañero en el área de Derecho penal de la Universidad de Córdoba. También me han sido de provecho las charlas con Annaïck Fernández Le Gal, que está investigando sobre cuestiones de Derecho político con algunos de los métodos expuestos en este trabajo. Finalmente, quiero agradecer a Miguel Ángel del Arco y a Carlos Romeo, editor y director de Comares, por las facilidades dadas para la publicación de este libro.