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La incorporación de los jóvenes al mercado de trabajo es un tema de gran trascendencia y actualidad, no sólo por sus implicaciones en el ámbito individual, sino también por su elevado coste social. En un contexto de altas tasas de paro y creciente inestabilidad laboral, la investigación cuantitativa en este campo ha suscitado el interés de numerosos economistas en la esfera internacional. Sin embargo, en nuestro país los estudios llevados a cabo aún resultan escasos y limitados, debido sobre todo a la carencia de un sistema de información adecuado.
Este libro trata de llenar este vacío al analizar el proceso de inserción laboral de los jóvenes en España a partir de la explotación de la Encuesta Sociodemográfica (UNE, 1991), una fluente estadística de gran riqueza que ha sido poco utilizada en este ámbito. Partiendo de un planteamiento metodológico riguroso, el estudio empírico se centra en dos cohortes de jóvenes que acceden al mercado laboral entre 1975 y 1991, abordando tres temas clave: la duración de la búsqueda del primer empleo, el desajuste educativo y la trayectoria laboral.
Los resultados obtenidos ponen de manifiesto la complejidad de los mecanismos que inciden en la calidad de la inserción laboral. En términos generales, se detectan claras diferencias en el comportamiento de las distintas generaciones, que se enfrentan a dificultades crecientes para consolidar su situación, a pesar de que retrasen cada vez más su incorporación al mundo laboral de cara a mejorar su formación. En cualquier caso, el nivel educativo aparece como un factor clave en el proceso de inserción. La educación formal facilita un rápido acceso al empleo, aunque no siempre garantiza el logro de un empleo de calidad en el que los jóvenes puedan rentabilizar la formación recibida. De esta forma, la sobreeducación aparece como un problema cada vez más frecuente en las primeras experiencias laborales, cuestionando la utilidad de muchos de los estudios que se imparten en nuestro país. En cualquier caso, se comprueba que estos desajustes tienden a corregirse a lo largo de la trayectoria profesional, si bien son los universitarios los que tienen más dificultades en este proceso.
La obra va dirigida a investigadores sobre economía laboral y economía de la educación, así como a especialistas de otras disciplinas sociales interesados en conocer la problemática laboral de los jóvenes. Los propios agentes sociales que deban diseñar o evaluar políticas educativas y de empleo encontrarán también en este trabajo una sólida base para tener una perspectiva adecuada sobre las dificultades a las que tradicionalmente se enfrentan los jóvenes a lo largo del proceso de incorporación a la vida activa.
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