El libro que el lector tiene en sus manos, y que tengo el honor de presentarle, es una excelente monografía cuya base es una tesis doctoral que obtuvo la máxima calificación concedida por un tribunal formado por los Profesores Fernando Rodríguez Artigas, Luís Fernández de la Gándara, Alberto Alonso Ureba, José Miguel Embid Irujo y Luís Antonio Velasco San Pedro, todos ellos Catedráticos de Universidad de Derecho Mercantil.
En realidad, y a la vista de la personalidad del autor y de los medios por él empleados, es inevitable que este fruto de su actividad sea una obra jurídica de magnífica factura de la que debe estar orgullosa la Universidad y cuya lectura será, sin duda, beneficiosa para el lector.
En efecto, cuando Antonio Conde Tejón, al que conocí como alumno aventajado de la Licenciatura de Derecho, acabó la misma en 1998 con Premio Extraordinario, podía elegir entre un amplio abanico de salidas profesionales. Y podía elegir porque Antonio no es sólo un hombre inteligente desde el punto de vista intelectual, y además con una sólida cultura y un amplio dominio de varias lenguas extranjeras, sino que también es inteligente desde un punto de vista práctico y emocional, lo que hace que sea un buen gestor, un hombre práctico y que mantenga siempre buenas relaciones con los demás. Pues bien, en este momento desechó varias opciones profesionales atractivas y eligió incorporarse a la labor universitaria en el seno del Departamento de Derecho Privado de la Universidad de las Islas Baleares, lo que hizo movido única y exclusivamente por su vocación universitaria, que se sustenta en un entusiasmo poco común y que es de agradecer.