Alguien ha escrito que "La libertad es una necesidad comprendida".
Al escribir 100 Cartas al Presidente he pretendido asociarme con sus lectores para hacer realidad con ellos la utopía que llevamos sobre nuestra conciencia: La libertad.
Cada día he escrito una carta al Presidente para comprender mejor mis propias necesidades y ser cada día más libre.
A lo largo de este primer año de su gobierno le he preguntado
sobre su nuevo estilo de gobernar,
sobre ese aire fresco que se respira en el Parlamento;
sobre sus relaciones con el tripartito catalán y con Gaspar Llamazares; sobre su fobia con la "aznaridad" y su filia con Lula da Silba;
sobre sus relaciones con el Rey y con los Obispos, con Mariano Rajoy y con Ibarretxe;
sobre los matrimonios homosexuales y sobre la violencia doméstica y escolar; sobre la telebasura, las drogas y la delincuencia juvenil;
sobre la laicidad del Estado y el fundamentalismo de la Iglesia;
sobre la reforma educativa y el plan hidrológico;
sobre la guerra en Irak o Afaganistán y la tragedia del tsunami;
sobre los inmigrantes y las prostitutas;
sobre el Plan Ibarretxe y el estatuto catalán;
sobre las selecciones vascas o sobre las catalanas;
sobre la necesidad de vivir y la dignidad en el morir
Le he preguntado sobre los temas que nos ofrece en su pantalla la vida de cada día. Hemos logrado tener una conversación fluida sobre las noticias, los hechos, las tragedias y los sentimientos.
Y los dos hemos comprendido mejor nuestras necesidades
Y, al comprenderlas, nos hemos sentido más humanos, más libres.
Os animo a formular día a día al presidente Zapatero, al maestro, al amigo... preguntas sobre la vida, acompañadas de respuestas personales, para que comprendáis mejor vuestras necesidades y seáis cada día más libres.