El Protocolo de Kioto propone por primera vez en nuestro ámbito jurídico una nueva lógica para proteger al medio ambiente. Se prima al que externaliza a la sociedad una buena conducta, es decir, se prima a aquel que no emite gases a la atmósfera otorgándole un derecho subjetivo - equivalente jurídico al derecho de propiedad económico- que tendrá un precio en el mercado de derechos de emisión. La institución mercantil por excelencia, el mercado, se manifiesta así con toda su potencialidad al servicio de la finalidad social de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el cambio climático en el planeta.


Se trata de una obra de enorme interés para todos aquellos afectados o preocupados por las cuestiones referentes a la aplicación del Protocolo de Kioto y de la Directiva de la Unión Europea de Comercio de Emisiones en Derecho español y, particularmente, a la luz de los precedentes del derecho norteamericano.