Información adicional
La inminente puesta en circulación del Euro y los avances técnicos que han experimentado los medios de impresión domésticos son dos factores que inciden decisivamente en el progresivo incremento del número de delitos relativos a la falsificación de moneda que se cometen cada año. El Código penal de 1995 castiga estas infracciones con penas extraordinariamente severas. Una comparación puede resultar ilustrativa: quien fabrica un arma biológica con capacidad para exterminar toda la vida de nuestro planeta, respondería, por el art. 160 CP, con una pena de prisión de tres a siete años; quien falsifica un billete de diez mil pesetas, es castigado, por el art. 386 CP, con una pena de prisión de ocho a doce años. Además, el legislador ha equiparado al dinero en sentido estricto con algunos modernos medios de pago, como la tarjeta de crédito o el cheque de viaje, pero dejando al margen otros instrumentos mercantiles como el cheque, el pagaré o la letra de cambio. Esta cuestionable determinación del objeto material
|