La presión que tienen los gerentes hoy en día es más intensa que nunca. Los altos ejecutivos, que enfrentan exigencias crecientes en rendimiento, naturalmente esperan que todos sus subordinados generen resultados rápidamente. A lo largo de la organización, los gerentes tienen que mostrar resultados o desaparecen. En pocas palabras, los autores sostienen que los gerentes generales exitosos basan sus acciones en dos claves del éxito. Una es contar con una comprensión profunda de las leyes fundamentales de los negocios; ven lo que otros no ven , hacen lo que otros ni siquiera considerarían y evitan los errores en los que puede incurrir incluso el mejor de los líderes. La otra clave es que, basándose en una evaluación del potencial máximo de su organización, identifican y siguen un camino claro hacia un mejor desempeño. Saben utilizar los fundamentos para diagnosticar con precisión cuál es el punto de partida; conciben una serie de objetivos realistas y ambiciosos y trazan la trayectoria de principio a fin.