La presente obra pretende ofrecer un compendio cómodo del continente del ejercicio de la procura, aunque sin poderlos agotar lógicamente, tocando todos los puntos imprescindibles de los que el procurador de los tribunales debe tener noticia, en sí, y en sus soluciones legales y estatutarias, a fin de llevar adelante sus encargos con eficacia. El contenido de la representación técnica acoge la sustancia del derecho procesal, pero ese continente del mandato típico en el proceso y de la cooperación de una tradicionalísima profesión liberal con la administración de justicia, no ha merecido atención específica en la literatura jurídica, y en la mayoría de las escasas aproximaciones se ha tratado de forma conjunta y diluida con el régimen de los abogados. Este manual lo es, como los antiguos, porque sin renunciar a apuntar todos los detalles de interés que específicamente tocan a la procura, resulta manejable obra de mano, y lleva, como mérito de coherencia, la procedencia de una sola mano. La promoción del futuro activo de la profesión de procurador, mediante la atribución de más funciones delegadas de la oficina judicial, en la modernidad de las comunicaciones telemáticas, con el reto de justificar las clásicas instituciones de la territorialidad y del arancel, irremediablemente se acompañará de unos requerimientos de nueva y exigente responsabilidad, la que se debe empezarse cautelando mediante una adecuada formación, de cara a la venidera legislación de acceso para nuevos colegiados, y de cara al ejercicio cotidiano de los veteranos.