La escritura es la representación gráfica de una sucesión coordinada de gestos que vienen determinados por nuestra necesidad de comunicarnos con los demás y que adoptan una u otra génesis gráfica en función de nuestra propia expresividad, permitiendo que cada persona tenga unas características gráficas individuales que quedan impregnadas por su propio ritmo escritural, que será único e irrepetible, y que se pone de manifiesto en todos sus escritos y firmas. Para poder realizar un estudio objetivo de los distintos elementos del grafismo que aparecen en dichos escritos y firmas, los autores desarrollan en esta obra las distintas fases del método grafoscópico, que permite, mediante el correspondiente análisis de cotejo, individualizar y distinguir los grafismos de una persona de los de otra y, en consecuencia, determinar su autoría con la suficiente garantía de seguridad y certeza. Así, la Grafoscopia contribuye de forma notable en la investigación forense, aportando la base fundamental para el restablecimiento del orden jurídico que se ha visto alterado por la falsificación de un escrito o firma.