Los derechos humanos no son nunca una conquista acabada. Su posición es siempre precaria y surgen cada día nuevos desafíos para los que los teóricos y defensores de los derechos deben estar preparados y desplegar un haz de respuestas capaz de conjurar los peligros de su daño y deterioro. En este sentido, la práctica de los derechos, que es, en definitiva, a lo que se debe tender, ha de venir informada y fundamentada. La labor de dar razón a favor de los derechos no es mera retórica o pura poesía. Se trata, por el contrario, de una tarea trascendental, previa a la acción de defensa y puesta en práctica, consistente en buscar las razones más poderosas, los mejores argumentos, en hacer los análisis más precisos, en encontrar las mejores formas para abordar los retos y desafíos a los que constantemente los derechos humanos se tienen que enfrentar.
Este libro aborda tres de los principales retos que nuestras sociedades han de superar: la violencia de género y los problemas que plantean la inmigración y el uso de los medios de comunicación.