La mayoría de los textos que componen esta obra son resultado de las conferencias que se impartieron en las I Jornadas de debate sobre prostitución organizadas por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA). Las Jornadas, que tuvieron lugar en Granada durante los días 5 y 6 de mayo de 2006, fueron un rotundo éxito. El número de asistentes desbordó las previsiones más optimistas de la organización; y la opinión generalizada entre el público fue que los contenidos y debates de las distintas sesiones alcanzaron un elevado nivel de calidad e interés.
Contribuir al avance del cumplimiento efectivo de los derechos humanos, establecidos en la Carta de Naciones Unidas de 1948, es el objetivo general que motiva y da sentido a la APDHA. Por ello, a lo largo de su historia se ha comprometido con colectivos que sufren déficits de reconocimiento y de disfrute de derechos, como especialmente ocurre con aquellos en situación de exclusión social. Fue siguiendo esta línea de actuación como la Asociación decidió en el año 2001 comenzar a trabajar con personas que ejercen la prostitución, pues es evidente que, por diversas razones, muchas de ellas padecen, en mayor o menor grado según su situación, claras violaciones de sus derechos y de su dignidad. La lucha por garantizar derechos a todas las personas que desempeñan trabajos sexuales (mujeres autóctonas, inmigradas, varones, transexuales) y la necesidad para ello de promover el debate social, motivaron a la Asociación para organizar las referidas Jornadas.
La obra está compuesta por trece textos distribuidos en cuatro bloques temáticos y dos anexos.
Prostitución, trabajo, derechos y ciudadanía, el primero de los bloques, congrega a tres destacadas investigadoras y luchadoras por los derechos de las personas trabajadoras del sexo. Dolores Juliano, Cristina Garaizabal y Laura Agustín son, sin duda, tres referentes imprescindibles para entender lo que la prostitución es y significa. Lo son por el conocimiento directo que tienen de las trabajadoras del sexo, por los años que llevan ocupándose del tema, por la calidad de sus investigaciones y por su activismo político.
Dolores Juliano ha sido (está ya jubilada, activa y productivamente jubilada) profesora de Antropología Social en la Universidad de Barcelona y fundadora del colectivo LICIT, Línea de Investigación y Cooperación con Inmigrantes Trabajadoras del Sexo. En su texto, breve pero sustancioso, llama la atención sobre la necesidad de considerar la venta de relaciones sexuales como un trabajo, entre otras razones por la relevancia que ello tiene en una sociedad donde el respeto al individuo está estrechamente vinculado a su condición de trabajador. Apunta, también, un conjunto de mínimos que deberían tenerse en cuenta a la hora de pensar en una regulación del trabajo del sexo.
Cristina Garaizabal es psicóloga de profesión y cofundadora de Hetaira (Madrid), el colectivo por los derechos de las personas trabajadoras del sexo con más solera de nuestro país. En su contribución, denuncia las negativas consecuencias que las medidas contra la prostitución callejera, implantadas por los Ayuntamientos de Madrid y Barcelona, están teniendo para las personas que la ejercen en esas ciudades. Bajo la excusa de proteger a las mujeres y de garantizar la convivencia ciudadana, los poderes públicos pretenden en realidad limpiar las calles de prostitutas para quitarlas de la vista del electorado mayoritario, despreocupándose de las condiciones de trabajo y vida de las trabajadoras del sexo. Como alternativa a esas actuaciones represivas, aboga por la negociación igualitaria del uso del espacio público entre los sectores sociales implicados. A partir del reconocimiento de la diversidad de casos y situaciones que presentan las personas que ejercen la prostitución, aboga también por una regulación del sector que tenga en cuenta esa heterogeneidad y la voz de las trabajadoras del sexo. Para quienes viven la prostitución como algo terrible que desean abandonar, ve necesario que se diseñen itinerarios laborales alternativos y reales. Pero para quienes desean seguir vendiendo relaciones sexuales, lo coherente -opina- es mejorar sus condiciones de trabajo, y para ello urge una regulación laboral que las proteja de los abusos y les garantice sus derechos.
Laura María Agustín, doctora en Sociología y Estudios Culturales, lleva a cabo en su texto, como su título indica, una reflexión sobre el significado, las dificultades y posibilidades de organización, los logros y las alternativas del movimiento organizado de personas trabajadoras del sexo en lucha por sus derechos. Hace un breve recorrido histórico por ese movimiento, desde los años setenta hasta nuestros días, y analiza cómo han sido las relaciones de sus activistas con sus aliados.
Como se sabe, la conexión prostitución-migraciones internacionales es una de las características más relevantes del mercado del sexo en la España actual, donde la mayoría de las personas sexo servidoras son extranjeras inmigradas. Los dos textos que conforman el segundo bloque, Migraciones femeninas y comercio sexual, se ocupan de distintos aspectos de esa realidad.
La antropóloga austriaca Kristin Kastner nos adelanta algunos resultados de la etnografía que está realizando con vistas a su tesis doctoral, centrada en los procesos migratorios hacia Europa, vía el espacio fronterizo del Estrecho de Gibraltar, que emprenden las mujeres nigerianas. En concreto, muestra cómo esas migrantes se sirven de su cuerpo, incluyendo aquí su alquiler para usos sexuales a cambio de dinero, para hacer frente a las dificultades que el proceso migratorio les plantea y conseguir los objetivos que se han propuesto.
Estefanía Acién, socióloga y coordinadora del grupo de trabajo sobre prostitución de la APDHA, somete a crítica los estereotipos sobre las mujeres que ejercen la prostitución asumidos por las posiciones abolicionistas, los cuales influyen en el diseño de programas de intervención social. Como alternativa, propone una forma de intervenir basada en la superación de prejuicios, guiada por criterios de utilidad y orientada por el respeto a la autonomía de las trabajadoras del sexo. Ilustra esa opción con el programa de atención y mediación en contextos de prostitución que ejecutan desde la APDHA.
El tercer bloque temático, Política y "prostitución" en la España actual, está compuesto por un sólo texto, generosamente escrito por José Luis Solana, profesor de Antropología Social en la Universidad de Jaén. En la conferencia que impartió en las Jornadas, el profesor Solana expuso algunos de los resultados de su trabajo de campo en varios clubs de las provincias de Córdoba y Jaén. Pero, debido en parte a que los resultados de su etnografía los ha expuesto ya en libros editados o en vías de publicación, ha preferido proporcionarnos un texto novedoso sobre una cuestión distinta. En concreto, ha acometido un pormenorizado análisis y una incisiva evaluación del informe producido por la ponencia que, con el fin de elaborar un diagnóstico sobre la prostitución en la España actual, se constituyó en el seno de la Comisión Mixta (Senado-Congreso) de los Derechos de la Mujer y la Igualdad de Oportunidades. El informe, aprobado por dicha Comisión en abril de 2007, es un documento importante, pues con él nuestras Cortes Generales se posicionan por primera vez de manera "oficial" ante la prostitución, y definen tanto su visión de ésta como las medidas que se deberían tomar en relación a ella. Cuando se aprobó e hizo público, varias organizaciones emitieron comunicados valorándolo, pero hasta el momento, y hasta donde sabemos, no ha sido sometido todavía a un escrutinio en profundidad, como el que el profesor Solana realiza en su trabajo.