En muchas ocasiones la resolución no contiene, en sí misma, la voluntad de la Administración de poner fin al procedimiento administrativo con una decisión sobre el fondo del asunto. El interesado puede desistir de su solicitud, renunciar al derecho que ejercita o permanecer pasivo en el procedimiento iniciado a su instancia, provocando de este modo la caducidad del procedimiento. En estos casos, la Administración también debe resolver de forma expresa el procedimiento explicitando en cada supuesto el motivo por el que éste se declara concluso sin decidir las pretensiones inicialmente formuladas por el interesado. A estas y otras formas de terminación del procedimiento administrativo como, por ejemplo, la terminación convencional dedicamos la presente obra.
Para el estudio de cada supuesto de finalización, nos hemos servido, en particular, de la jurisprudencia y normativa más reciente en la materia, ofreciendo pautas y orientaciones útiles para el ejercicio profesional, formularios y jurisprudencia relacionad