Como es sabido, esta compleja institución (las servidumbres y limitaciones de dominio), y sus diversas variantes llegan a nuestros días tras un largísimo y en modo alguno lineal recorrido histórico. Fue diseñada por la jurisprudencia clásica romana, pasó por el tamiz consuetudinario durante los siglos altomedievales y se integró, no sin sobresaltos, en el modo feudal de concebir la propiedad, como resultado de su reelaboración por los juristas del ius commune y de su regulación por las legislaciones regias inspiradas en esta doctrina. Superados los conflictos propios de la transición entre antiguo régimen y liberalismo, y resistidos los embates del individualismo propietario, las servidumbres han acabado formando parte del cuadro de la propiedad capitalista. Y así las encontramos hoy…

* Obra especial para Notarios y Registradores