El libro analiza las tres grandes fases del ciclo integral del agua: i) captación o alumbramiento de recursos; ii) distribución y suministro; iii) saneamiento y depuración. A continuación se estudian las actividades que son típicamente administrativas pero que están abiertas a la iniciativa privada: i) ejecución de obras hidráulicas; ii) prestación de servicios; iii) ejercicio de funciones de control ambiental. La ejecución de obras plantea retos de importancia: i) la articulación de la planificación hidrológica con la planificación territorial y urbanística; ii) la previa evaluación del impacto ambiental; iii) la captación de fondos para financiar la ejecución de la obra. La prestación de servicios suscita retos conceptuales (como la redefinición de la noción de servicio en el ámbito de la Unión Europea), y otros organizativos (la amplia variedad de fórmulas de gestión de los distintos servicios del ciclo integral del agua: mancomunidades, consorcios, entidades metropolitanas, empresas públicas, mixtas, entidades públicas empresariales, organismos autónomos, empresas concesionarias). Finalmente el ejercicio de funciones públicas por los particulares viene de la mano de la sustitución de la burocracia administrativa por la tecnocracia privada en el ejercicio de funciones de control ambiental