La vocación de integración familiar con que la legislación, tanto estatal como de las Comunidades Autónomas allí donde existe, ha venido tratando la figura jurídica de la adopción constituye uno de los acontecimientos más relevantes del Derecho de familia en los últimos tiempos. El proceso refor-mador de esta institución jurídica estableció como fin primario la total equiparación entre la filiación adoptiva y la filiación por naturaleza matri-monial y no matrimonial.
La moderna sociología nos dice, con énfasis de cierta preocupación, que en los países desarrollados se está produciendo al presente un progresivo envejecimiento de la población a consecuencia de su bajo índice de natali-dad.
Se puede presagiar que las primeras décadas de esta nueva centuria se-rán testimonio de permanentes emplazamientos desde los más diversos lugares de la tierra hacia los países considerados opulentos. Y a este fenó-meno ha de contribuir desde el orden jurídico, siquiera sea modestamente, la adopción internacional como elemen