Estudio de los acuerdos sobre precios en los sistemas de pago electrónicos.

En general, los modernos sistemas de pagos requieren que las entidades de crédito colaboren para compartir los riesgos y elevados costes vinculados a la implantación de las nuevas redes electrónicas. Cuanto mayor es el número de comercios que aceptan tarjetas o de cajeros que permiten retirar efectivo, mayor será la utilidad que los clientes obtienen al utilizar este tipo de servicios bancarios. Ante las dificultades que entraña que un solo banco pueda establecer individualmente su propia red, la solución más conveniente consiste en compartir los cajeros automáticos o los terminales electrónicos de las tarjetas, pues con ello se multiplica exponencialmente el valor de la red, sin el consiguiente aumento de costes vinculado al establecimiento y mantenimiento de los terminales.

Para comprender la problemática que plantea el análisis de los acuerdos entre bancos rivales desde la perspectiva de la competencia, el Capítulo Primero se inicia con una exposición general de los principales preceptos aplicables a las restricciones horizontales. Además, en este primer apartado del trabajo se examinan los problemas que tradicionalmente ha planteado la aplicación del Derecho de la competencia al sector bancario.

La política de las autoridades antimonopolio norteamericanas respecto de los medios de pagos de aquel país ?objeto del Capítulo Segundo? ha tenido siempre muy presente la idea de que la colaboración entre bancos constituye un presupuesto necesario para la prestación eficiente de los modernos sistemas de pagos electrónicos. La participación de los bancos en las redes comunes exige coordinar diversos aspectos de la política comercial de los bancos adheridos, entre los que se encuentra el precio de algunos servicios.

Como se pone de relieve en el Capítulo Tercero, en la Comunidad Europea el análisis antitrust de los acuerdos sobre precios comunes adoptados en el seno de los modernos sistemas de pagos también parte de la idea de que es necesario distinguir entre los acuerdos que afectan a los precios minoristas (prohibidos) y aquellos que se refieren a la remuneración de los servicios que los bancos se prestan entre sí, totalmente autorizables.

Finalmente, el Capítulo Cuarto se ocupa del tratamiento que han recibido los acuerdos sobre precios adoptados en el seno de los distintos medios de pago de nuestro país. El Tribunal de Defensa de la Competencia ha publicado en los últimos años un número relativamente elevado de resoluciones en las que ha ido perfilando su doctrina sobre los acuerdos de precios en el sector bancario, siguiendo las pautas marcadas por las autoridades comunitarias.