La prueba como elemento nuclear del proceso dista de ser un tema nuevo, aunque los son muchas de sus implicaciones más llamativas. Las continuas transformaciones de la realidad suponen cambios evidentes en los hechos que deben ser probados en un proceso en concreto a fin de obtener la convicción judicial y, en definitiva, la estimación de la pretensión o de las eventuales excepciones materiales. Pero también hay novedades importantes respecto a los medios probatorios que puedan utilizarse para ello y respecto a la configuración del propio procedimiento probatorio en general. La legislación vigente, como ocurre tantas veces, no da respuesta adecuada y directa a todas las cuestiones que la práctica plantea y, por tanto, las propuestas de los estudiosos tienen un gran valor de guía a las posibles respuestas ante los desafíos de nuestra sociedad cambiante.

Los estudios reunidos en este volumen forman una parte importante de los resultados de investigación presentados en la Conferencia Internacional que reunió en la Universidad de Salamanca a muchos de los más destacados procesalistas de los cinco continentes. Era la segunda vez en la historia en que la Asociación Internacional de Derecho Procesal y el Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal unían sus esfuerzos en torno a una problemática de plena actualidad entre los teóricos y los prácticos de nuestra disciplina. Fue una excelente contribución de la amplia familia procesalista mundial a la celebración del Octavo Centenario de la más antigua de las universidades iberoamericanas.