Las peculiaridades de la violencia de género justifican una aproximación criminológica a esta realidad, proyectando el análisis no sólo al delito sino también al delincuente, la víctima y al origen de la misma.

En este libro se desarrolla una revisión sobre el tratamiento de la violencia de género a través de un estudio esencialmente empírico. Las peculiaridades de esta violencia justifican una aproximación criminológica, especialmente por la multidisciplinariedad de esta ciencia, posibilitando una revisión que no sería posible a través de un estudio puramente jurídico, al extender su mirada no sólo al delito, sino también al delincuente, la víctima y al origen del fenómeno.

Se parte de una contextualización teórica de la violencia de género, enfatizando la función del Derecho Internacional en la construcción del concepto, partiendo de la evolución en este ámbito desde el característico androcentrismo inicial, hasta la adquisición de una auténtica protección de los derechos de las mujeres, aspecto que cristaliza en el Convenio de Estambul, respecto al que no sólo se revisan los principios generales sino que también se somete a valoración su alcance e implementación.

A continuación, y ya en el ámbito del Derecho Penal español, se realiza un balance en España, completando los datos oficiales con una extensa revisión jurisprudencial, que ayuda a identificar de forma más adecuada la magnitud del fenómeno, sugiriendo que el género se presenta como un factor determinante para la victimización, al mismo tiempo que permite rechazar la concepción del agresor como sujeto "anormal" dentro de la sociedad, defendiendo que el agresor resulta ser el coherente producto de una sociedad patriarcal. Se propone, por último, una reconceptualización de la violencia de género apostando por una definición criminológica de esta violencia que permita un tratamiento más conveniente, superando las limitaciones ofrecidas por el Derecho penal.