El delito de tráfico de drogas es uno de los que más se cometen en España. La crisis económica, el paro y la marginalidad son factores que subyacen en el repunte de este tipo delictivo.

En el plano jurídico-positivo, han transcurrido más de 10 años desde que la reforma llevada a cabo por la LO 5/2010 de 22 de junio diera un vuelco a la regulación de este delito en el Código Penal. El nuevo artículo 368 introdujo un tipo objetivo omniabarcador del delito de tráfico de droga, comprensivo no solo del tráfico, también del cultivo, la tenencia y cualquier acto que facilite el consumo ilegal de drogas. El legislador pretendió abarcar el ciclo completo de la droga, comprendiendo desde la plantación hasta la difusión.

Junto al tipo básico se crearon siete agravantes para supuestos que repugnan sobremanera a la conciencia social. Dentro de estos subtipos agravados destaca el tráfico con cantidades de notoria importancia. El tráfico en manos de organizaciones criminales ha merecido una tipificación específica.

Ahora bien, en la configuración de este delito ha desempeñado un papel fundamental la jurisprudencia del Tribunal Supremo. En pocos capítulos del Código Penal ha desarrollado el Tribunal Supremo una labor integradora del Ordenamiento jurídico como en el delito de tráfico ilegal de drogas.

En la presente obra se estudia este importante delito en todas sus vertientes, prestando especial atención a su interpretación por los tribunales.