Colección: Estudios

Un gran número de pequeñas configuraciones marítimas en el Mar del Sur de China ha sido disputado desde la década de 1970 en adelante, a causa de su influencia en la proyección de zonas marítimas y la posible presencia de ingentes reservas de hidrocarburos en el subsuelo marino.

Introducción
Este libro es, primordialmente, un ejercicio descriptivo impulsado por el deseo de un joven abogado de entender qué es lo que pasa en aquella remota región del sudeste asiático, pero a la vez tan cercana gracias a la globalización. El objetivo es tener una visión panorámica sobre el conflicto que enfrenta a los países que se disputan configuraciones marítimas en el Mar del Sur de China y clarificarla lo más posible, para poder hacerse un juicio con la mayor cantidad de antecedentes.

La zona de la disputa es de una gran importancia para los cinco continentes. La desindustrialización del primer mundo trasladó los centros de trabajo hacia China, Vietnam, Malasia y, en general, a países del sudeste asiático, por lo que el Mar del Sur de China se ha transformado en un elemento vital para el comercio mundial. La República Popular ha crecido al punto de llegar a ser la segunda economía del mundo y muchos de los países que contaban a Estados Unidos como su socio principal, ya tienen al gigante asiático ocupando este puesto. Ahora que los choques entre las dos grandes potencias se hacen cada vez más públicos y directos, vale la pena analizar una de las piezas que compone la competencia por la hegemonía global. Por esto, creemos necesario publicar el estudio realizado en estas páginas, que sea compartido y utilizado por todos aquellos que quieran desde simplemente conocer más profundamente la situación hasta bien recurrir a él para investigar de manera científica la controversia.

Los antecedentes históricos en que nos basamos nos hablan desde distintos intereses. Algunos son más ecuánimes, mientras otros parecen querer mostrar un punto de vista particular como la verdad definitiva y la historia misma, por lo que se necesita cautela y cierto grado de escepticismo al abordarlos. Además, se debe tener en cuenta que el objeto mismo de aquellas investigaciones, es decir las islas, arrecifes, bancos de arena, o rocas, han adquirido importancia por las ideas o necesidad que el mismo ser humano se ha creado y no por cambios naturales propios de las configuraciones marítimas en cuestión. Con esto queremos referirnos a que en tiempos pretéritos las desperdigadas islas Spratly y las Paracelso eran más bien obstáculos a la navegación y no fueron objeto de disputa sino cuando los países tuvieron hambre por los recursos naturales allí presentes y fueron vistas como apoyo a las necesidades geoestratégicas. Así, las historias que leemos sobre esta zona tienen la pretensión de ser la pieza clave para desentrañar quien fue el primero, aquel con mejor derecho.

Las discusiones jurídicas resultan un interesante tópico, en cuanto la naturaleza indeterminada del derecho permite formular argumentos en uno u otro sentido. La controversia está protagonizada por conceptos como soberanía, derechos marítimos, jurisdicción, derechos históricos, los que a su vez se enmarcan en un entendimiento multicultural o cosmopolita del orden jurídico. Un derecho internacional eurocéntrico se impuso mundialmente sobre naciones que entendían la organización de sus sociedades bajo cánones muy distintos, por ejemplo, cuando se dice que el emperador y su corte gobernaban hombres y no espacio. Por tanto, podríamos decir que los argumentos jurídicos modernos son herramientas ajenas o prestadas que se ocupan para validar una conducta que no las tenía en mente. Más aún, cuando vemos que las configuraciones marítimas en estudio eran usadas, exploradas, recorridas por distintas naciones, sin considerar conceptos tales como adquisición, propiedad privada o soberanía territorial. Dependiendo de cuán lejos estemos dispuestos a llegar, podemos incluso discutir la introducción al debate jurídico de conceptos como la identidad cultural y el vínculo nacional del mar o sus islas con las gentes que lo circundan. Además de la indeterminación jurídica, se deben atender los intereses detrás de los argumentos, ya que algunos de los artículos científicos son declaradamente hechos a pedido; otros no lo mencionan, pero la nacionalidad del autor a veces nos ayuda a entender. Por otro lado, existe una gran porción de artículos científicos con una lamentable falta de fiabilidad respecto de sus fuentes, algo que es abordado en el Capítulo II; sin embargo, hay otros que destacan por su seriedad y profesionalismo. Cabe mencionar que, a pesar de tener un fallo que aborda en profundidad muchos de los temas, las discusiones jurídicas siguen abiertas y, sin lugar a duda, seguirán proliferando.

El arbitraje sobre el Mar del Sur de China, un caso contencioso iniciado por la República de Filipinas fue el último recurso planteado por este país, para avanzar en una solución a la controversia, dado que las vías diplomáticas han mostrado ser inconducentes. En esto, China ha jugado a la ambigüedad estratégica y sobre los hechos consumados, en tanto no ha definido claramente el sentido y alcance de su reclamación marítima a la vez que ocupa configuraciones y construye infraestructura sobre ellas. Ocupando su vigorosa musculatura, el gigante asiático claramente tiene mayor ventaja que sometiéndose a un proceso jurisdiccional de resultado incierto. Si bien, el arbitraje implica la autoridad de un Tribunal para decir el derecho, el laudo fue ampliamente criticado en sus consideraciones y en su razonamiento; lo que analizamos al respecto de la discusión sobre derechos históricos.

Todas estas complejidades fueron tenidas en mente al seleccionar las secciones que componen este libro, el cual busca ser el empujón inicial para debatir el tema desde una perspectiva iberoamericana. Lo hacemos en español debido a la ausencia de estudios completos sobre el tema. Sin embargo, no actuamos con afán omnicomprensivo, dado que tal tarea sería de mucha más envergadura, pero bien hemos tratado de recopilar la información suficiente para que colectivamente podamos hacernos un juicio prudente sobre un tema tan importante y analizar la disputa desde el punto de vista de la solución pacífica de controversias internacionales. Para esto el Capítulo I ubica al lector en tres dimensiones. Primero, espacialmente, respondiendo al dónde está el Mar del Sur de China y sus características geográficas. Segundo, económica y políticamente, para entender las razones de su relevancia. Tercero, históricamente, mostrando los hitos más relevantes que sirven de base para entender el estado actual de la controversia. En el Capítulo II se presentan las discusiones más relevantes sobre soberanía, en tanto disputas territoriales y marítimas sobre las configuraciones presentes en el Mar del Sur de China, las cuales se pueden agrupan en dos grandes conjuntos denominados Spratly y Paracelso. Se hace un introducción a las instituciones y conceptos jurídicos pertinentes para ponerlo en discusión. Se analiza la juridicidad de la línea de nueve guiones, componente esencial de la reclamación de China, además de la relación entre los derechos convencionales, derivados de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, y eventuales derechos históricos. El Capítulo III presenta los puntos discutidos en el Arbitraje sobre el Mar del Sur de China, un caso contencioso iniciado por la República de Filipinas que no contó con la comparecencia de la República Popular China, además se incluyen comentarios al laudo relativos al tema de los derechos históricos en el contexto del derecho del mar. Finalmente, las conclusiones comentan los hallazgos más importantes respecto a la posición de China, el resultado del arbitraje y el estado general de la controversia.