Es obvio que en España como en todos los países del mundo occidental el régimen económico vigente es el de la libertad de mercado, pero ello no quiere decir que sea la "Ley de la Selva" la única norma que aquí rige.

Paradójicamente el Estado tiene que defender a los ciudadanos de empresarios sin escrúpulos que pretenden optimizar sus beneficios violando las reglas del juego: caso de la evasión de responsabilidades vías, paraísos fiscales, abuso de posiciones dominantes, estafas más o menos encubiertas, como sucedió con "Gescartera", fraudulentas connivencias de los fiscalizadores privados, ENRON norteamericana, reparto de beneficios desproporcionados entre los gestores, "Stock Options".

Todo ello ha dado lugar a la promulgación entre nosotros de una prolífica legislación financiera, que paradójicamente pretende defender el mercado de los mercaderes sin escrúpulos, caso sobre todo de la Ley Financiera.

Hoy es imposible concebir la libertad de empresa sin la intervención del Estado, paradoja que abordo en la presente obra, que no parte precisamente de cero.