Esta obra reúne tres estudios que tienen el común objetivo de determinar con precisión cuales son los límites a que deben estar subordinadas las intervenciones lingüísticas constrictivas de los poderes públicos, tanto las que inciden en el ámbito de las relaciones oficiales, como las que afectan a las relaciones privadas, para que sean respetuosas con los derechos y libertades fundamentales que todas las personas tienen reconocidos en el seno de los estados plurales y democráticos.

Para desarrollar sus reflexiones, el autor adopta como hilo conductor el análisis de la legislación lingüística dictada en Cataluña, si bien acude reiteradamente al Derecho comparado, exponiendo con rigor y detalle la regulación lingüística de otros Estados democráticos, por ejemplo, la de Suiza, Canadá o Francia.

Un cuarto trabajo –que justifica el subtítulo Cuatro estudios sobre derechos lingüísticos -, dedicado al examen detenido del régimen lingüístico de la Unión Europea, complementa al final los otros tres estudios. Se trata de un tema de la máxima actualidad, habida cuenta de que los Quince están obligados a revisar dicho régimen ante el alud de lenguas que acompaña la próxima ampliación de la Unión Europea a los países del este. Únicamente conociéndolo a fondo será posible diseñar soluciones viables para ese formidable reto. El contenido de este libro resulta especialmente oportuno, ahora que celebramos el Año Europeo de las Lenguas.