Una noche de 1944, una familia polaca es expulsada a la fuerza de su hogar por gendarmes alemanes. Solo tienen una maleta y un edredón. Comienza así un viaje al corazón del horror: de Lututów a Lódz, del Pequeño Auschwitz al mercado de esclavos de Pforzheim. Es la historia de los Sliwinski, pero también la de miles de personas condenadas a trabajos forzados por el Tercer Reich, arrancadas de su tierra y separadas de sus familias. Con una escritura íntima y documentada, Anna Augustyniak reconstruye la historia de los trabajadores esclavizados en la Alemania nazi, una realidad apenas explorada por la historiografía. Lo hace a partir de los recuerdos de su propio padre, en un relato que entrelaza memoria personal e historia colectiva, y revive un drama del que queda mucho por contar.